La Seguridad de las Refinerías Depende de Empleados Formados y Capacitados
La Seguridad de los Sistemas de las Refinerías Depende de Empleados Formados y Capacitados
Ken Backus, Ingeniero de Campo
La gasolina de alto octanaje, los plásticos y muchas otras necesidades cotidianas, son el resultado de procesos complejos llevados a cabo en plantas petroquímicas e instalaciones de refino. Esos procesos utilizan diversos productos químicos y gases de procesado, para entregar productos finales de alta calidad de los que la gente depende en todo el mundo.
Los gases de proceso de las refinerías pueden ser muy volátiles, por lo que contenerlos dentro del sistema—sin fugas hacia la planta y el medioambiente—tiene una importancia crítica. Aunque las fugas benignas pueden ocurrir en cualquier planta que opere con sistemas de fluidos, los intereses por la detección de fugas en las refinerías son especialmente altos. Un producto químico muy común en las refinerías de conversión de crudo en productos finales es el sulfuro de hidrógeno, y su contención puede ser un desafío para los operarios. Puede fugar accidentalmente durante su almacenamiento, transporte o proceso, poniendo en riesgo a los operarios con síntomas desde dolores de cabeza y náuseas, a la muerte por exposiciones superiores a 700 partes por millón (ppm). El fluoruro de hidrógeno, una unidad de alquilación básica para fabricar gasolina, es otro producto químico de proceso que puede ser problemático. La exposición está normalmente limitada a 3 ppm, y son necesarios equipo de protección y formación para trabajar en áreas con presencia de fluoruro de hidrógeno, debido al importante riesgo que supone.
Es esencial defenderse contra estos tipos de emisiones incontroladas con una gestión proactiva de la seguridad de proceso, para proteger tanto a los empleados como a las comunidades en las que operan. La seguridad de los sistemas de las refinerías depende de la capacidad para identificar, mantener y reducir los puntos de fuga; los conocimientos adecuados y capacidad para crear un rendimiento sin fugas; y un equipo capacitado que colabore por la operación segura en todo momento.
Los operadores y empleados deben acatar ciertos principios de ensamblaje e instalación para asegurar la fiabilidad, resistencia a las fugas y seguridad de proceso a largo plazo—especialmente cuando están implicados productos químicos y gases peligrosos.
En primer lugar, la mayoría de las fugas no son el resultado de un componente defectuoso—son mucho más comúnmente el resultado de errores humanos producidos antes o durante la instalación, o de un diseño deficiente del sistema. Algunos focos de problemas que los ingenieros de campo Swagelok tienden a observar en campo, incluyen:
- Soporte del tubo. Los sistemas de fluidos pueden estar sujetos a pulsos repetidos y vibración que favorecen el estrés sobre los componentes del sistema y ocasionalmente las fugas. Un buen diseño de sistema de fluidos puede reducir los efectos de los pulsos y las vibraciones, incluyendo un sistema de soporte adecuado que limite el movimiento del tubo y resto de componentes del sistema.
- Trazado y doblado del tubo. Un buen conocimiento del trazado y doblado adecuados del tubo favorece un buen diseño que minimiza el número de conexiones individuales y puntos de fuga. Doblar correctamente el tubo también garantiza cierta flexibilidad durante la instalación, permitiendo a los instaladores hacer conexiones de calidad y sin fugas. Además, mejora las condiciones de mantenimiento del sistema, facilitando las reparaciones rápidas y seguras.
- Instalación incorrecta de los racores para tubo. La falta o exceso de apriete, el no comprobar defectos, un mal desbarbado y otros errores habituales pueden producirse haciendo una simple conexión de un racor para tubo.
- Materiales del tubo. Algunos productos químicos requieren materiales de construcción resistentes a la corrosión para la operación segura y fiable del equipo. Como alternativa al acero inoxidable 316 y dependiendo del tipo y naturaleza del fluido corrosivo, componentes del sistema de fluidos fabricados en las aleaciones C-276, 625 o 400 pueden ofrecer un rendimiento superior, vida de servicio más larga y, por tanto, un coste de ciclo vital global inferior. Estas aleaciones especiales son más caras, pero cuando la seguridad de la refinería está en juego, la inversión es necesaria.
- Mezcla de productos. Un sistema construido con componentes de diferentes fabricantes puede favorecer un rendimiento impredecible y problemas potenciales de seguridad. Seleccionar todos los componentes de un solo proveedor fiable puede eliminar el riesgo de incompatibilidad de componentes.
Estas son bases de sistemas de fluidos con las que cualquiera que trabaje en una instalación petroquímica debería estar familiarizado, especialmente cuando hay productos químicos peligrosos en juego. ¿Está seguro de que sus equipos están bien formados en estas habilidades básicas? Considere invertir en formación en sistemas de fluidos para evitar las emisiones incontroladas y otras fugas de sistemas. También, los ensamblajes personalizados prefabricados son otra forma en que los operadores pueden asegurar la calidad, y un buen rendimiento y seguridad de los sistemas de fluidos.
Mantener un Rendimiento sin Fugas
Una vez creado un sistema fundamentalmente seguro, el mantenimiento continuado y proactivo se convierte en tan importante como la instalación inicial.
La accesibilidad puede ser un desafío si los componentes críticos están en espacios reducidos, dificultando a los técnicos la inspección, y obligando a parar si es necesario hacer reparaciones. Un operador puede dudar sobre si un pequeño problema justifica la pérdida de productividad—pero cuando se trata de emisiones incontroladas de materiales peligrosos, no puede haber dudas. La gestión proactiva de la seguridad de proceso es una inversión rentable, y puede en ocasiones incluir paradas prolongadas.
Si las medidas de mantenimiento e inspección proactivas no detectan una fuga antes de que aparezca, tanto el equipo de detección de fugas de la refinería como los proveedores deben estar siempre disponibles. Hay diversos métodos y productos que los técnicos pueden utilizar para detectar fugas manualmente. Los operadores también deben asegurar que se siguen los protocolos de detección de fugas y que se aprovechan los servicios de campo especializados para una evaluación completa del sistema.
Formados, Comprometidos y Capacitados
Las mejores prácticas de tratamiento del tubo, el conocimiento de los sistemas de fluidos y los planes de mantenimiento proactivo, son de extrema importancia en lo que concierne a prevenir fugas de materiales peligrosos y a mejorar la seguridad total de los sistemas de fluidos. Pero es más importante una plantilla bien formada y capacitada.
Las refinerías, donde los gases de proceso peligrosos son abundantes, deberían trabajar para establecer una cultura de planta donde todos estén capacitados y obligados a informar inmediatamente si hay un problema. Cualquier persona que vea una situación peligrosa, en especial quienes trabajan en contacto directo con el sistema, debería tener la autoridad para parar la producción. Aunque esas decisiones tienen un coste, ese coste no es nada comparado con las posibles consecuencias de un incidente de seguridad producido por emisiones incontroladas peligrosas. Cuando los empleados están bien formados, están implicados en el compromiso de la organización con la seguridad, y están capacitados para actuar, el cambio puede ser decisivo.
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